Una traza que invita a distendidos paseos entre palmeras y casonas de llamativa arquitectura.
La circulación está separada por amplias plazoletas que invitan a caminar entre palmeras y antiguos faroles, o a tomar un descanso sentándose en los clásicos bancos del boulevard. A ambos lados se ubican mansiones y residencias de diversos estilos arquitectónicos, que reflejan la opulencia regional de fines del siglo XIX y principios del XX. Bares y restaurantes completan el atractivo de este clásico paseo rosarino.